Resumen

            El magnesio es uno de los cationes más abundantes del cuerpo humano y destaca por su función estructural, dado que se almacena principalmente en el tejido óseo, y por ser activador o cofactor de una elevada cantidad de enzimas. Los alimentos que más destacan por su contenido en magnesio son los frutos secos y las semillas, aunque los cereales integrales y las verduras de hoja verde también aportan elevadas cantidades de este mineral.

Se estima que el 60% de la población no cumple con la ingesta dietética recomendada (RDA por sus siglas en inglés) de magnesio y debido a esto, resulta un suplemento muy consumido entre la población deportista. El principal objetivo de esta revisión es analizar la necesidad de suplementar la dieta de los deportistas con magnesio o si, por el contrario, una dieta variada y equilibrada resulta suficiente.

            Se ha realizado una revisión utilizando la base de datos PubMed, empleando los estudios realizados en deportistas. Estos han sido divididos en dos grupos en función del test estudiado, clasificándolos en deportes de resistencia aeróbica y deportes de fuerza.

            Aunque parece ser que los deportes de fuerza si obtienen un efecto positivo en el rendimiento deportivo tras la suplementación con magnesio, los deportes de resistencia aeróbica no parecen beneficiarse de dicha estrategia. Dado el bajo número de estudios realizados en deportistas, el elevado número de limitaciones que se encuentran y la ambigüedad de los resultados, es necesario realizar más estudios con muestras más homogéneas y mejor metodología para poder obtener unos resultados válidos y llevarlos a la práctica con los deportistas.

            Mediante mejores elecciones dietéticas es posible obtener la cantidad de magnesio necesaria en deportistas. En los casos en los que la energía consumida se encuentre comprometida, la cantidad de magnesio puede no llegar a las recomendaciones, siendo en estas situaciones en las que la suplementación pueda ser de ayuda.

Palabras clave: Magnesio, Suplementos dietéticos, Ejercicio

Abstract        

Magnesium is one of the most abundant cations in the human body and is known for its structural function, as it is mainly stored in bone tissue, and for being activator or cofactor of a large number of enzymes. The foods that contain the highest levels of magnesium are nuts and seeds, although wholegrain cereals and green leafy vegetables also provide high amounts of this mineral.

It is estimated that 60% of the population does not meet the recommended dietary allowance (RDA) for magnesium and because of this, it is a supplement that is widely consumed by the athletic population. The main objective of this review is to analyse the need to supplement the diet of athletes with magnesium or whether, on the contrary, a varied and balanced diet is sufficient.

            A review was carried out using the PubMed database, using studies carried out on athletes. These have been divided into two groups according to the test studied, classifying them into aerobic endurance sports and strength sports.

            Although it appears that strength sports do have a positive effect on sports performance after magnesium supplementation, aerobic endurance sports do not seem to benefit from this strategy. Given the low number of studies conducted in athletes, the high number of limitations found and the ambiguity of the results, more studies with more homogeneous samples and better methodology are needed to obtain valid results and put them into practice with athletes.

            Through better dietary choices it is possible to obtain the amount of magnesium needed in athletes. In cases where energy intake is compromised, the amount of magnesium may not meet the recommendations, and in these situations supplementation may be helpful.

Keywords: Magnesium, Dietary supplements, Exercise

1-Introducción

1.1-Justificación

El magnesio (Mg2+) es el cuarto catión más abundante del cuerpo humano después del calcio (Ca2+), potasio (K+) y sodio (Na+), y es el segundo catión intracelular más numeroso tras el K+ [1]–[3].

Una persona adulta contiene entre 21 y 28 g de magnesio en su cuerpo y el 50-60% se encuentra en el tejido óseo, cumpliendo una función estructural [1], [3], [4]. Alrededor del 26% se localiza en el músculo [1], [4] y la cantidad restante se halla distribuida entre los tejidos blandos y fluidos corporales (sangre y plasma principalmente), representando este último menos del 1% del magnesio total.

En condiciones fisiológicas, entre el 5-11% del magnesio en sangre está formando complejos, el 23-31% unido a proteínas y el 59-72% en forma libre, correspondiendo esta última a la metabólicamente activa [3].

En cuanto a las fuentes dietéticas, destacan los frutos secos, las semillas, los vegetales de hoja verde y los cereales integrales como principales fuentes de este mineral [4], [5]. Se añade una tabla con las principales fuentes de magnesio dietético (Anexo, Tabla 5).

La ingesta dietética recomendada (RDA) de magnesio es de 400-420 mg/d para hombres y de 310-320 mg/d para mujeres mayores de 19 años [1], [3], [6]. Estas recomendaciones son suficientes para cubrir los requerimientos nutricionales del 97.5% de la población general. Sin embargo, estas necesidades se ven aumentadas en mujeres embarazadas y en la población deportista, aunque no existe ningún dato sobre la cantidad extra que se recomienda consumir en estos últimos [7].

En general, las dietas con elevada cantidad de comida procesada aportan una baja cantidad de magnesio debido a su pérdida en el proceso de refinamiento [1]. El incremento del consumo de comida procesada, el empobrecimiento de los suelos y la globalización de la dieta occidental están produciendo una disminución en la ingesta de magnesio.

De hecho el 60% de la población estadounidense (incluyendo los deportistas) no consume la cantidad recomendada [8]. Es por esto por lo que este suplemento ha sido empleado de forma muy frecuente por los deportistas para obtener un posible efecto ergogénico.

La población deportista podemos clasificarla en dos grupos: deportistas de fuerza y deportistas de resistencia aérobica. Esta clasificación se basa en la forma de obtener energía. En los deportes de resistencia aeróbica, la energía se obtiene en presencia de oxígeno y puede provenir de la oxidación de los ácidos grasos o de la completa oxidación de la glucosa en el interior de la mitocondria. Por el contrario, los deportes de fuerza o anaeróbicos, obtienen la energía principalmente de la oxidación de la glucosa a piruvato en el citosol, proceso conocido como glucólisis o mediante la fosfocreatina [9], [10].

En relación con los procesos bioquímicos, el magnesio es imprescindible para el correcto funcionamiento de unas 800 enzimas y sus correspondientes reacciones [11]. En la mayoría de las referencias nos encontramos con que este catión es cofactor de aproximadamente 300 enzimas, número que introdujo Theodor Günther en 1980 como una estimación aproximada [12].

En definitiva, el magnesio participa en diversos procesos metabólicos como la glucólisis, el metabolismo lipídico, la acción de la insulina, la síntesis de ácidos nucleicos y la síntesis proteica ya sea como activador o cofactor [3], [4], [6]. Para ilustrar esto, James A. Cowan demostró que la ruptura del complejo ribosomal se debe a un déficit de magnesio, por ello, y teniendo en cuenta que la función ribosomal está relacionada con la biosíntesis de proteínas, concluyó que su presencia en los ribosomas condiciona la síntesis proteica [13].

Dada la implicación del magnesio en el metabolismo energético, su bajo consumo y la pérdida que se da por sudor y orina tras realizar ejercicio físico es comprensible que la suplementación con este mineral resulte de vital interés para los deportistas.  

1.2-Objetivos

El principal objetivo de esta revisión es analizar la necesidad de suplementar la dieta de los deportistas con magnesio, o si, por el contrario, una dieta variada y equilibrada es suficiente para aportar la ingesta dietética recomendada. Además, un segundo objetivo es estudiar el efecto de dicho catión como posible ayuda ergogénica en los deportes de fuerza y resistencia aeróbica.

2-Material y métodos

2.1- Protocolo

La presente revisión se ha realizado siguiendo los estándares correspondientes a la declaración PRISMA [14].

2.2- Criterios de elegibilidad

Se han seleccionado aquellos artículos que cumplían los criterios de inclusión determinados por el autor, independientemente de su año de publicación. Por otra parte, se ha empleado el inglés como idioma para realizar las búsquedas.

2.3- Fuentes de información y búsqueda

 La búsqueda de información se ha realizado utilizando bases de datos electrónicas, siendo PubMed, la principal de ellas. Los términos MeSH (medical subject headings) empleados han sido los siguientes: “Magnesium”, “Dietary Supplements”, “Exercise” todos ellos uniéndolos con el conector booleano “AND”. Tras finalizar la búsqueda, únicamente han sido seleccionados los artículos que investigan los efectos de la suplementación de magnesio y su relación con el rendimiento deportivo.

Dada la escasa cantidad de artículos (n=4) y con el fin de aumentar la información se realizó una búsqueda menos restrictiva añadiendo en el buscador de PubMed los siguientes términos: “Magnesium”, “Supplementation”, “Exercise” con el conector booleano “AND”. Han sido n=157 los resultados obtenidos, tras aplicar los criterios de inclusión y exclusión se han seleccionado siete estudios para realizar esta revisión.

2.4- Selección de los estudios: criterios de inclusión y exclusión

 A continuación, se presentan los criterios de inclusión y exclusión empleados en esta revisión (Tabla 1).

CRITERIOS DE INCLUSIÓNCRITERIOS DE EXCLUSIÓN
Realizado en humanosIntervención no relacionada con ejercicio físico
DeportistasNo deportistas
Únicamente suplementado con magnesioSuplementación con minerales que no son magnesio (Cromo)
Ensayo controlado-aleatorizado o ensayo clínicoSuplementación de magnesio en conjunto con otros minerales y/o vitaminas (multivitamínicos)
Publicado en inglésEfecto estudiado no relacionado con ejercicio físico (por ejemplo: enfermedad cardiovascular)
Tabla 1. Criterios de inclusión y exclusión empleados para realizar la revisión

3-Resultados

3.1- Selección de estudios

Tras realizar la búsqueda con los términos mencionados, se han obtenido 157 resultados, de los cuales 109 fueron excluidos por no haberse realizado en humanos y no estar en inglés y otros 41 por diversas razones, por ejemplo, por estudiar efectos que no estaban relacionados con el ejercicio físico o porque la suplementación no ha sido exclusivamente de magnesio , obteniendo un total de 7 artículos.

Además, se han añadido los estudios originales empleados en dos revisiones sobre la suplementación con magnesio y el rendimiento físico que cumplían los criterios de inclusión y no habían sido encontrados al realizar la búsqueda [15]–[17]. Finalmente, han sido 10 los artículos empleados en esta revisión siguiendo el diagrama de flujo y declaración PRISMA (Figura 1).  

3.2- Características de los estudios

            Entre los estudios seleccionados solamente uno se ha llevado a cabo en deportistas profesionales [18], otro en personas que no habían entrenado en los últimos 6 meses [19], y los restantes, en deportistas de nivel amateur con diferentes niveles de entrenamiento. En cuanto al tipo de suplementación con magnesio empleada, hay que destacar que el más utilizado ha sido el óxido de magnesio (n=5). En definitiva, la dosis empleada, el tipo de compuesto y la duración de la suplementación, entre otras, varían mucho entre los diferentes estudios. Por esta razón, se añade una tabla ordenada por autor, con el resumen de las principales características de cada estudio. Estas características son las siguientes: autor y año de publicación; nivel de entrenamiento; tipo de deporte estudiado; media de edad; medición inicial de los niveles de magnesio y método empleado para ello; tipo de magnesio administrado en la intervención; dosis de magnesio empleada; frecuencia del consumo de la dosis pautada y, por último, la duración del estudio (Tabla 2).

Diagrama de flujo de la selección de artículos sobre el magnesio
Figura 1. Diagrama de flujo para la selección de artículos incluidos en la revisión. Búsqueda realizada el 15-02-2021.
Resumen de los estudios individuales sobre el magnesio
Tabla 2. Resumen de las principales características individuales de los estudios seleccionados.

3.3- Síntesis de los resultados

Los resultados obtenidos en los estudios se muestran detalladamente en las Tablas 3 y 4 diferenciándolas en función del tipo de deporte realizado. En ellas se describen los siguientes parámetros que varían en función del estudio: tamaño muestral, test realizado y principales resultados obtenidos.

En la Tabla 3 se detallan los principales resultados obtenidos en los deportes de resistencia aeróbica. De entre los siete estudios analizados, solamente en uno de ellos se han obtenido efectos positivos. Este estudio fue llevado a cabo en 1998 por Golf et al. en 25 triatletas varones con más de siete horas semanales de entrenamiento. Aleatoriamente, los participantes se distribuyeron en dos grupos: grupo placebo y grupo intervención. Ambos fueron tratados durante 4 semanas con un placebo o con 413 mg/d de oroato de magnesio. Al final del período de suplementación, los atletas tuvieron que realizar un test de triatlón simulado que consistía en 500 m de natación, 20 km en bicicleta y 5 km de carrera, siendo la natación la única disciplina en la que se observó una mejora estadísticamente significativa [21].

Por otro lado, en la Tabla 4 se resumen los resultados obtenidos en los tres estudios realizados en deportes de fuerza. Cabe destacar que, en este caso, se obtienen resultados positivos, estadísticamente significativos en todos los estudios, ya que el rendimiento deportivo aumenta en el grupo suplementado con magnesio frente al grupo control. A continuación, se detallan cada uno de ellos.

El primer estudio fue llevado a cabo por Brilla et al. en 1992, con 26 sujetos desentrenados, a los que se les realizó un recuerdo de 72 horas para analizar la cantidad de magnesio dietético que consumían. Todos los participantes fueron sometidos a un entrenamiento de fuerza durante 7 semanas. El principal resultado obtenido fue un aumento de fuerza en los dos grupos. El grupo control obtuvo un aumento medio de fuerza del 11.4% mientras que el grupo suplementado con magnesio incrementó la fuerza media en un 26.4%, siendo este aumento estadísticamente significativo (p<0.05). Los autores, achacaron este incremento de fuerza al posible efecto del magnesio en la síntesis proteica a nivel ribosomal.

Por otro lado, en el ensayo controlado-aleatorizado realizado por Kass et al. en 2015, se emplearon 13 sujetos, de los cuales 6 fueron suplementados con 300 mg de citrato de magnesio durante una semana (agudo), mientras que, en los 7 restantes, la suplementación se realizó durante 4 semanas (crónico). La cualidad física estudiada fue la fuerza desarrollada en el test de la prensa de banca. Para llevarla a cabo, los sujetos realizaron un test de 40 km en bicicleta y tras 30 minutos de descanso, realizaron otro test de 5 repeticiones máximas (5-RM) para determinar su 1-RM en este ejercicio. Tras 5 minutos de descanso, se realizó un test hasta el fallo en la prensa de banca con el 80% del 1-RM previamente calculado. Este test fue realizado durante dos días consecutivos. Los resultados muestran un aumento estadísticamente significativo de un 17.7% de fuerza neta en el grupo agudo. (p=0.031) en comparación con los niveles basales, aunque el grupo crónico no obtuvo dichos efectos (p=0.281).  En el segundo día de estudio, tras repetir los ejercicios, el grupo agudo incrementó la fuerza un 2.7% mientras que el grupo crónico demostró una reducción del 32.1% de la fuerza (Figura 2, Figura 3 y Figura 4).

1RM en el press de banca en el grupo agudo, y crónico de suplementación con magnesio
Fuerza producida en día 1 y día 2 suplementados con magnesio

Por último, en 2014 Setaro et al. llevaron a cabo un estudio con 25 varones jugadores profesionales de voleibol. Estos fueron distribuidos en dos grupos: grupo placebo y grupo de intervención. A este último se le administró 350 mg de óxido de magnesio durante 4 semanas. Se destacan los siguientes resultados estadísticamente significativos: reducción de lactato (p= 0.001), incremento del salto vertical (p= 0.002) e incremento del salto vertical con ayuda de los brazos (p= 0.000) en el grupo de intervención mientras que no observan ninguna mejoría en el grupo control. En este caso los investigadores concluyen que, pese a que los deportistas no presentaban un déficit de magnesio, la suplementación con magnesio afecta al metabolismo anaeróbico aláctico debido a su implicación como cofactor de la creatin quinasa y mejora los resultados de los test analizadas en los deportistas.

resumen de los principales resultados obtenidos tras la suplementación con magnesio en deportes de resistencia
Tabla 3. Resumen de los principales resultados obtenidos en los estudios de
resistencia aeróbica
resumen de los principales resultados obtenidos tras la suplementación con magnesio en deportes de fuerza
Tabla 4. Resumen de los principales resultados obtenidos en los estudios de fuerza.

4-Discusión

4.1-Resumen de la evidencia

            La evidencia sobre la reducción del rendimiento deportivo debido a la deficiencia de magnesio que se sospecha a causa del déficit habitual en la ingesta de este catión en la alimentación diaria, hace que los suplementos de magnesio sean una práctica habitual entre los deportistas [1].

Han sido diez los estudios que cumplían los criterios de inclusión dando lugar a un tamaño muestral de n=222 sujetos. Se han estudiado tanto deportes de resistencia aeróbica como deportes de fuerza, correspondiendo al primer grupo la mayoría de los estudios. En la siguiente sección se discuten los principales resultados obtenidos.

4.2-Deportes de resistencia aeróbica

            En primer lugar, se destaca que la evidencia actual sobre la suplementación con magnesio es escasa y los estudios muestran grandes limitaciones metodológicas, mencionadas en el apartado 4.4. A pesar de estos condicionamientos, no se encuentran mejoras en el rendimiento deportivo en este tipo de deporte excepto en el estudio llevado a cabo por Golf et al.

En este caso, el test realizado fue un triatlón simulado que consistía en 500 m de natación, 20 km de bicicleta y 5 km de carrera, aunque la única disciplina con mejoras estadísticamente significativa fue la natación. En los seis estudios restantes, ninguno encuentra efectos positivos en el rendimiento. De hecho, dadas las limitaciones y las características de cada estudio, extraer conclusiones sobre la suplementación en este tipo de deporte resulta complicado.

Dado que la única disciplina en la que se encuentran beneficios es en la natación, no sabemos si estos resultados son extrapolables a otras disciplinas de resistencia aeróbica.   

4.3-Deportes de fuerza

Por otro lado, ya que todos los estudios empleados en la presente revisión obtienen mejoras estadísticamente significativas, parece que la suplementación con magnesio resulta beneficiosa en los deportes de fuerza. Este efecto positivo se podría relacionar con una mayor síntesis proteica o por la implicación de este catión en el metabolismo energético anaeróbico.

Tal y como se ha mencionado en la introducción, el magnesio actúa como cofactor de la creatin quinasa y de varias enzimas de la glucólisis, favoreciendo así el correcto funcionamiento de las vías mencionadas.

Dado que en los deportes de fuerza estas son las dos formas de obtener energía, puede resultar interesante la suplementación de este catión para asegurar una correcta función enzimática, mayor obtención de energía y en consecuencia un mejor rendimiento deportivo.

4.4-Limitaciones

De los estudios analizados, destacamos que solamente en cuatro de los diez estudios se analizan los niveles de magnesio basales de los deportistas al comienzo del estudio, de tal forma que no disponemos de suficientes datos para determinar si los sujetos del estudio presentan déficit de magnesio inicial o si sus niveles basales en suero están en el rango de normalidad (0.75-0.95 mmol/L).

Debemos de tener en cuenta, tal y como se menciona en la introducción, que la población general no cumple con los requerimientos diarios de magnesio lo cual nos puede llevar a pensar que los sujetos analizados en los estudios presentan un déficit de magnesio. En este caso, el hecho de suplementar el mineral deficitario haría que se obtuvieran mejoras en el rendimiento deportivo por estar corrigiendo una deficiencia nutricional, pero estos efectos no se pueden achacar al magnesio per se.

Centrándonos en los estudios que miden los niveles previos de magnesio en los participantes, ninguno de ellos emplea el método de referencia gold standar, que consiste en infundir una determinada cantidad de magnesio y posteriormente recoger la orina durante un período de 4 a 24 h. El parámetro a evaluar mediante esta prueba es el porcentaje de retención, si la persona retiene el 80% o más del magnesio, se considera deficitaria en magnesio. Como se puede observar en la Tabla 2, ninguno de los estudios realizados ha empleado el test de referencia.

 Por otro lado, la cantidad de magnesio empleada varía en función del estudio. Resulta interesante mencionar que ningún autor justifica la cantidad empleada. Como ejemplo, los sujetos del estudio llevado a cabo por Finstad et al. en 2001 [20], consumían un suplemento que contenía aproximadamente 200 mg de magnesio/d mientras que los individuos de Steward et al. en 2019 [23] consumían 500 mg de magnesio/d. Se debe tener en cuenta, que a esta cantidad habría que sumar la cantidad de magnesio ingerida con la dieta. Aunque cabe destacar que un exceso de proveniente de la dieta no supone ningún riesgo en individuos sanos debido a que el exceso de magnesio es eliminado por la orina [25], dosis elevadas de magnesio, superiores a 500 mg/d e incluso superiores a 350 mg/d, proveniente de suplementos pueden provocar diarrea, náuseas y calambres abdominales [26][1].

Otra notable limitación es la extensión de los estudios cuyas duraciones van desde una a doce semanas. Ninguno de los autores justifica el por qué del tiempo seleccionado. El mayor inconveniente en este caso es que la suplementación durante una semana puede que no sea suficiente para corregir la posible deficiencia de los deportistas.

Por lo que se refiere al tipo de magnesio empleado, existen diversas formas de administrarlo: en forma de óxido de magnesio, citrato de magnesio, aspartato de magnesio, pidolato de magnesio y, por último, oroato de magnesio; siendo el óxido de magnesio la forma más empleada. Recientes estudios han demostrado que una mayor cantidad de magnesio es absorbida en forma de aspartato, citrato, lactato y cloruro, frente al óxido y el sulfato de magnesio, debido a su mayor biodisponibilidad. Las formas orgánicas como el aspartato y el citrato se asimilan y absorben mejor debido a su mayor solubilidad en comparación con las formas inorgánicas como el óxido. Debido a esta razón, esta últimas suele ser empleadas a menudo como laxante, por lo que no sería la forma ideal de suplementación [27]–[29].

Resumiendo, la medición de los niveles de magnesio al inicio de la intervención, la cantidad de suplemento empleada, la duración de los estudios y el tipo de magnesio administrado son las principales limitaciones con las que nos hemos encontrado a la hora de realizar este trabajo. Entre ellas, destacaríamos la falta de medición de los niveles iniciales de magnesio mediante la gold standar, dato imprescindible para determinar a qué se deben las mejoras obtenidas en el rendimiento. Teniendo en cuenta que el consumo de magnesio no suele llegar a los niveles recomendados, y sumando la pérdida de magnesio que se da por sudor y orina con el ejercicio, nos encontramos con las condiciones idóneas para sospechar de un posible déficit de este mineral. Es por eso por lo que sería de vital importancia conocer los niveles iniciales de este mineral que presentan estas personas, corrigiendo en los casos necesarios esta deficiencia nutricional. 

4.5 Recomendaciones

Mediante una correcta educación nutricional se podría asegurar el aporte recomendado de este mineral en la población deportista. Consumiendo de manera habitual cereales integrales, semillas y frutos secos, y verduras de hoja verde, se aportaría la cantidad necesaria de magnesio. En el caso de deportistas que se encuentren en un balance energético negativo, la reducción de calorías hace que la cantidad de micronutrientes pueda verse comprometida. En estos casos la suplementación de la dieta con magnesio con una cantidad que represente aproximadamente el 50% de la RDA (200 mg/d en hombres y 150 mg/d en mujeres) sería suficiente para cubrir las cantidades recomendadas. Cabe destacar que en las situaciones en las que mediante la dieta y aportando el 50% de la RDA mediante suplementación se sobrepasen los niveles de magnesio recomendados, este exceso se eliminará por orina sin producir toxicidad en personas sanas.

5-Conclusiones

            En resumen, no existe evidencia científica suficiente para concluir que la suplementación con magnesio ejerce un efecto ergogénico, mejorando el rendimiento deportivo en deportes de resistencia aeróbica y de fuerza. Aunque en estos últimos sí que encuentran mayores efectos positivos en el rendimiento deportivo, los resultados no son suficientes como para poder sacar conclusiones de esta revisión.  Sin embargo, la suplementación con magnesio podría contribuir a mantener los niveles óptimos en los deportistas que sufren pérdidas significativas debido al ejercicio de alta intensidad y elevado volumen de trabajo. No obstante, antes de acudir a los suplementos, se recomienda realizar mejores elecciones dietéticas tal y como recomiendan las Dietary Guidelines for Americans [26], ya que una alimentación variada y equilibrada sería suficiente para cubrir las necesidades de todos los nutrientes, incluido el magnesio. Esta guía, define una dieta variada y equilibrada como aquella en la que se incluyan variedad de vegetales, frutas, cereales integrales, leche semidesnatada y desnatada, yogur, queso, aceites, legumbres; limitando alimentos y bebidas con altas cantidades de azúcar añadido, grasa saturada y sodio; limitando las bebidas alcohólicas y manteniendo un balance energético neutro.

6-Agradecimientos

            Quisiera dedicar unas palabras de agradecimiento a mi tutor de Trabajo Fin de Grado, por haberme guiado en la realización del presente trabajo y por su disponibilidad durante todo el curso para la resolución de cualquier problema. También me gustaría agradecer el apoyo recibido por parte de mis padres, y en especial de mi hermana.

7-Anexo

AlimentoCantidad de magnesio
Pipas de girasol387 mg
Semillas de sésamo350 mg
Cereales para el desayuno ricos en fibra340 mg
Almendra cruda258 mg
Quinoa cruda210 mg
Cacahuete175 mg
Cacao soluble160 mg
Copos de avena148 mg
Arroz integral143 mg
Alubia blanca seca cruda135 mg
Acelga cruda81 mg
Espinaca cruda58 mg
Melocotón54 mg
Albaricoque52 mg
Plátano33 mg
Cardo crudo32 mg
Tabla 5. Cantidad de magnesio aportado por cada 100g de alimento, empleando la base de datos de Easydiet [30]

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